EDUCAR NIÑOS DISTRAÍDOS Y DESPISTADOS
Pero las distracciones que afectan a nuestros hijos van más allá de las que les llegan a través de las diferentes pantallas. La vida diaria también está llena de distracciones que podemos ayudar a minimizar.
Estos sencillos consejos ayudarán a los niños a estar más atentos, y poder centrarse en sus tareas.

- Mantened un ambiente familiar tranquilo. Evitad gritos y conflictos. En caso de no poder evitar perder los nervios, intentad disculparos con vuestro hijo, asegurándoos que entiende que le amáis, pero explicándole que su comportamiento a veces es frustrante.
- Limitad las distracciones de los medios en vuestro hogar. Muchos niños no son tan buenos a la hora de filtrar el ruido como lo son los adultos. Esto significa que tener la televisión mientras vuestro hijo está intentando hacer las tareas de la escuela puede interferir en su capacidad de concentración. Limitad a vuestro hijo una hora de «tiempo de pantalla» al día. Esto significa limitar la televisión, los juegos electrónicos etc. La Academia Americana de Pediatría advierte que la exposición temprana a la televisión se asocia con TDAH en niños. También recomiendan no colocar un televisor en la habitación del niño y que se mantenga la TV apagada cuando no se está viendo un programa específico.
- Comprobad la visión y la audición de vuestro hijo. Si vuestro hijo de repente empieza a tener problemas en la escuela, llevadlo al pediatra para obtener una prueba de visión y audición. A veces, un niño no puede expresar que tiene problemas para ver o escuchar con claridad. En más de una ocasión el profesor de un niño piensa que este puede tener TDAH, cuando el problema real es una miopía.
- Mantened una actitud positiva en presencia de vuestro hijo. No discutáis frente al niño. Sorprendentemente, los niños se preocupan por sus padres tanto como los padres se preocupan por ellos. Aunque la discusión sea banal, en la imaginación vívida del niño puede significar que sus padres se acercan al divorcio.
- Estad realmente presentes con vuestro hijo al menos una vez al día. Dedicad unos minutos cada día a estar centrados al 100% con vuestro hijo: leed un libro, jugad a algún juego de mesa o dibujad juntos. Si prefiere los juegos al aire libre, id parque a jugar.
- Tener reglas claras y aplicarlas de manera coherente. Los padres deben llegar a un acuerdo sobre las normas relativas a sus hijos y deben ser coherentes en el momento de llevarlas a la práctica.
- Animad a vuestro hijo a practicar un deporte para canalizar su energía extra.
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Fuente: https://faros.hsjdbcn.org/es/
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