“PAPÁS” INSOPORTABLES: LA NUEVA PESADILLA DE LOS MAESTROS

“PAPÁS” INSOPORTABLES: LA NUEVA PESADILLA DE LOS MAESTROS

Viñeta por Emmanuel Chaunu.

Mariela es maestra de educación inicial y trabaja en un jardín de infantes privado de Barrio Norte. Dice que su peor error fue darle su celular a las madres que lo pidieron. “Tengo una sala de tres años, llevo poco tiempo en la docencia y trato de ser colaboradora. No sabía lo que me esperaba. Una mamá me escribía a cada rato pidiéndome fotos de su hija. Quería saber qué hacía, cómo se portaba, todo eso mientras la nena estaba en clase. Como comencé a negarme, la mamá se quejó con las autoridades de la escuela y me responsabilizó por su decisión de cambiar a su hija de jardín. Fue un mal momento para todos”, cuenta a LA NACION.

 

La disputa de competencias entre un profesional y otros adultos se traslada a la escuela

Mónica enseña en una escuela privada de Palermo. Hace unos años, en una reunión de padres de segundo grado comunicó que los chicos debían comenzar a escribir con lapicera con cartucho de tinta. Una mamá le dijo que no estaba de acuerdo, que era mejor la birome porque no manchaba el uniforme y que, como ella pagaba la cuota, podía elegir. La maestra explicó por qué el primer trazado con tinta se hace con una lapicera con pluma. Como la respuesta no la conformó, a partir de ahí la mamá se convirtió en un problema para la docente. Objetó todas sus decisiones, buscó complicidad en otros padres envió notas al director y cartas a la Supervisión cuestionando su desempeño. “No había caso, no quería escuchar. Sólo quería que se atendiera su protesta», cuenta la maestra, que recibió el respaldo de la institución y aún conserva su trabajo.

La falta de respeto a las normas de convivencia en distintos ámbitos y la disputa de competencias entre un profesional y otros adultos forman parte de un comportamiento social que se traslada también a la escuela. Los especialistas señalan que, según las experiencias recogidas, suele tratarse de casos en los que los hijos tienen mayor control sobre sus padres, lo que provoca que estos se vuelvan incapaces a la hora de visualizar errores o acciones incorrectas en ellos.

¿La recomendación? que los maestros dediquen más tiempo a explicar a esos padres las decisiones que afectan a sus hijos. Aunque cueste.

Cuestión de autoridad

Pero la realidad es más complicada. Nora Salgado, Directora de la Escuela N°1 de Liniers, destaca tener “una comunidad educativa muy participativa, pero que también incluye padres que cuestionan todo al docente y a la escuela”.

 
Los «papis» insoportables: la nueva pesadilla de los docentesArchivo

“Esto comenzó a verse estos últimos diez años. Antes veían a un maestro con su guardapolvo blanco y lo respetaban. Ahora se olvidan que están frente a un profesional”. Para Salgado, se rompió la alianza entre el docente y los padres. “Vengo de una generación en la que los padres eran aliados de los docentes en la educación de sus hijos. Hoy eso se ve cada vez menos. Hoy muchos padres ponen la palabra del chico por sobre la de su maestro. Tuvimos casos donde los alumnos esconden o pierden a propósito la prueba donde fueron mal calificados y los padres le creen a ellos en lugar de creerle al docente. También debaten sobre las evaluaciones o sobre las normas de convivencia de muy mala manera, al punto de que hubo mamás que insultaron al docente de sus hijos delante de ellos”, recuerda.

A los padres cada vez les cuesta más tener autoridad frente a sus hijos

Otro problema se da cuando los padres intentan manejar la dinámica de la escuela. “Hoy, con los grupos de Whatsapp, los padres pueden modificar la rutina escolar. Cualquier mentira volcada en ese grupo se vuelve verdad. Ya pasó que alguien escribió en el chat que una maestra iba a faltar y que ese grado no tenía clases. Como consecuencia, al otro día faltaron más de diez alumnos y la docente había venido a trabajar», cuenta la directora, y remarca: «Todo esto nos lleva a tener que poner cierta distancia con los padres”.

Según Salgado, esto sucede porque “en la escuela aún existen normas de convivencia y cierta disciplina y a los padres cada vez les cuesta más tener autoridad frente a sus hijos. Es muy común escucharlos decir que ya no saben qué hacer con ellos. Entonces esperan que la escuela resuelva todo”.

A los golpes

Natalia trabaja hace 12 años como maestra en una escuela pública de Flores. Varias veces tuvo que enfrentar a padres enojados porque los chicos se peleaban. “Es bastante común que en un grado tengamos algún chico con problemas de conducta, pero hace tres años tuvimos un alumno muy agresivo que tuvo que ser tratado con profesionales de los equipos de orientación escolar porque golpeó reiteradamente a sus compañeros. Tratamos el caso con todos los padres, que en su mayoría entendieron, pero hubo dos madres que venían todos los días a pedirnos que lo expulsáramos, algo que la escuela no iba a hacer. Les aclaramos que estábamos dándole un tratamiento especial para mejorar su conducta, pero no se conformaron. Fue tan conflictivo todo que una mañana estas madres enojadas agredieron a la mamá del alumno en la puerta de la escuela, a la vista de todos”.

Esta problemática también se convirtió en un reclamo gremial. Raúl Sánchez Albertti, Secretario General del Sindicato de Educadores de Buenos Aires, demanda que el Estado entienda, comprenda y articule las relaciones con la familia. «Hoy los docentes nos encontramos muy desprotegidos porque no existen políticas públicas que definan la articulación entre la institución escolar y la comunidad”, explica.

Nadie niega el derecho de los padres a quejarse, pero es necesario que conozcan los canales de diálogo

Situaciones más extremas llevaron a varias provincias -entre ellas Buenos Aires y Mendoza- a debatir normativas para resguardar la seguridad de los docentes. Nadie niega el derecho de los padres a quejarse si encuentran que algo funciona mal en la escuela o con el docente de sus hijos, pero es necesario que conozcan los canales de diálogo y alternativas existentes para abordar esos problemas.

Andrea Bruzos, Subsecretaria de Coordinación y Equidad Educativa del GCBA, destaca el trabajo de los «Facilitadores de Convivencia». Se trata de docentes -algunos, miembros de equipo de conducción de las escuelas- capacitados para desarrollar los consejos de convivencia escolar de los que participan los padres de cada institución.

Caja de resonancia

Para Bruzos, “la escuela es una caja de resonancia de lo que pasa afuera y nosotros creemos que no se debe romper el lazo de la escuela con la familia”. Además, agrega que “siempre sugerimos a los padres que hablen su problema en la escuela y si es necesario que sigan los canales institucionales. Para eso contamos también con equipos de convivencia saludable, que están a disposición de todas las escuelas”.

La funcionaria reconoce que “en muchos casos los padres no quieren escuchar la explicación que la escuela tiene para dar ni su descargo, lo que hace más complejo abordar el problema”, y añade que “en general, las quejas de los padres no provienen por temas estrictamente educativos, como la enseñanza de lengua o matemáticas, sino por los límites que marca la escuela. Muchos se enojan cuando el docente apercibe oralmente a su hijo porque no les gusta, pero deben respetar los roles”.

Prevenir

Para Gustavo Iaies, Director de la Fundación CEPP, hay que buscar la forma de prevenir. “Se debe empezar el año acordando un modo para anticiparse al conflicto y, una vez acordado, cumplirlo. Pero la escuela tiene que definir la comunicación antes de que los padres se conviertan en los abogados de los pibes», explica.

La escuela tiene que definir la comunicación antes de que los padres se conviertan en abogados de los pibes

Gustavo Iaies, resalta la necesidad de “volver a recuperar un orden, fijando los derechos de cada uno, incluso el de los padres», y remarca que «el problema es que venimos de años de tareas enmarañadas y eso confunde a los alumnos. La idea es que más allá de su condición de adultos, los padres sepan que no son pares de los docentes. Que deben respetar su lugar y eso es un modelo que debe servir para los chicos».

Docentes, especialistas y autoridades coinciden en reconocer que están frente a un proceso novedoso y difícil de resolver. Será tarea de todos ellos hacerlo, pero sin dudas necesitarán también la colaboración de los padres.

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Daniel Santa Cruz La Nación

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4 Responses

  1. Norma dice:

    Bloquear a los padres, cambiar umero de teléfono, o tener dos teléfonos uno para trabajar otro personal. Y no te alteres ponerlo en cilencio yo los borro sin leer, si pido algo a los padres pongo atención .

    • Fabio Longas dice:

      Cordial saludo. Las medidas que usted aplica no son las más adecuadas. Muchas veces los padres tienen algo importante o urgente qué comunicarnos y si los bloqueamos, los ponemos en silencio o los borramos sin leer, seremos responsables de cualquier evento que afecte a los niños o a nosotros mismos

  2. Óscar dice:

    Entiendo que el documento expuesto ocurre en Argentina, pero considero que las problemáticas educativas existen en todas las sociedades independiente de la cultura, idioma, política, creo, situación económica, etc …
    Del mismo modo el documento nos debe invitar a REFLEXIONAR y no a crear más conflictos, que es lo justamente nos falta como sociedad.
    Podría extenderme tediosamente explicando las diferentes teorías que conllevan lo complejo de la labor educativa pero creo innecesaria dado que todos somos capases de comprender que nada es absoluto, nada es definitivo y todo pasa por proceso de cambio, como por ejemplo, y algo que los tocó a todos, LA PANDEMIA, y es aquí donde quiero darles un pequeño ejemplo:
    Mi nombre es Óscar profesor de estado en música con 20 años de experiencia. Todos vivimos de distintas formas los últimos dos años 2020-2021 principalmente en medio de una pandemia mundial, donde nadie sabía nada, tompoco me extenderé en es, pero es importante rescatar que fue lo que aprendimos en ese maldito tiempo por decir lo menos.
    ¿Que aprendimos en pandemia?
    Mi país,Chile 🇨🇱 además en el año 2019 sufrió un estallido social que debió resolverse con una nueva Constitución, echo que aún no logramos resolver, bueno eso es otro tema.
    A que quiero llegar…
    Si bien, todos los países no somos iguales, que la familias tampoco son iguales y que cada individuo nos caracterizamos por ser diferentes, hay cosas que nos rodean que son parte de un conjunto de situaciones que complementan nuestro diario vivir…
    Peor cada día hemos ido perdiendo la capacidad de vivir en SOCIEDAD…si vivir con otros…como la pandemia nos AISLÓ…nos sentimos solos, económicamente, sociológicamente y socialmente estuvimos afectados….más o menos afectados pero en fin…TODO CAMBIÓ….
    TODOS tuvimos que «adaptarnos» a los cambios…
    Cada día debemos adaptarnos a diferentes cambios en nuestras vidas…es 2023 y nadie sabe que ocurrirá…pero lo seguro es que nos podemos «adaptar»…
    ¿Que es adaptar?
    Es «inteligencia»….nadie es más inteligente que otro…todos somos parte de los procesos de cambio…
    ¿Que nos falta como sociedad?
    Aprender a reconocernos y respetarnos como seres inteligentes.

    Eso queridos padres es lo que a diario intentamos hacer con sus amados hijos pero necesitamos su «colaboración».

    Saludos desde Caldera, Atacama, Chile.

  3. Alida dice:

    No estoy recibiendo los correos de imágenes educativas

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