LOS NIÑOS OBSESIONADOS CON LOS DINOSAURIOS SON MÁS INTELIGENTES

LOS NIÑOS OBSESIONADOS CON LOS DINOSAURIOS SON MÁS INTELIGENTES

Los niños obsesionados con los dinosaurios son más inteligentes que los que no lo son, así lo afirma un estudio.

Un estudio realizado en las universidades de Indiana y Wisconsin descubrió que los niños que desarrollan un interés intenso mejoran más adelante en la vida, señaló la fuente.

Joyce M. Alexander, de la Universidad de Indiana, y su equipo encontraron que este tipo de interés, especialmente aquellos que exigen un dominio conceptual, tiene muchos beneficios:

  • Mejora la perseverancia, mejora la atención y mejora las habilidades del pensamiento complejo como el procesamiento de información
  • Las habilidades lingüísticas y que es un buen indicador de alta comprensión.
  • Los psicólogos explican que las formas en que los niños estudian los dinosaurios les ayudan a idear estrategias para enfrentar nuevas situaciones y problemas a lo largo de sus vidas.

Este interés no es casualidad, los niños que tienen esta pasión poseen una inteligencia superior. Los científicos denominan esta conducta como Intereses Intensos, un gusto desbordante que los hace investigar, explorar y analizar algún tema particular.

Un tercio de los niños desarrollan en alguna etapa a lo largo de su infancia, como norma general entre los 2 y 6 años de edad, un interés intenso.

En algunos casos, ese interés no se extingue en la infancia sino que los acompaña durante gran parte de su vida. Son esas personas que siempre han tenido una pasión que, de cierta forma, ha servido como hilo conductor y refugio a lo largo de los años.

Por supuesto, todos los niños no se apasionan con los dinosaurios, hay pequeños fanáticos de la astronomía que conocen muchísimas estrellas y saben identificarlas perfectamente en el cielo, otros se obsesionan con las aves, los aviones o los trenes. En realidad no importa cual es el objeto de esa pasión, lo verdaderamente importante es el esfuerzo que le dediquen los niños y la pasión que experimenten.

En práctica, este tipo de intereses, sobre todo los que demandan un dominio conceptual como es el caso de los dinosaurios, no solo hacen que el niño tenga un mayor conocimiento sobre cierta temática sino que además potencian la perseverancia, mejoran la atención y potencian habilidades del pensamiento más complejas como el procesamiento de la información. También se ha comprobado que mejoran considerablemente las habilidades lingüísticas y son un indicador de elevada comprensión.

De hecho, estos psicólogos explican que la manera en que algunos niños estudian los dinosaurios o cualquier otro objeto de su interés, en realidad desvela la estrategia que luego usarán para afrontar las situaciones nuevas y los problemas a lo largo de su vida. Tendrán que plantearse preguntas y buscar respuestas por sí solos, pidiendo ayuda cuando crean que la necesitan.

Por tanto, esos intereses intensos les estarían preparando para la vida ya que no se conforman con datos generales sino que rascan la superficie para profundizar. Los intereses intensos les permiten cambiar de perspectiva, plantearse estrategias para descubrir lo que quieren, encontrar relaciones y, sobre todo, aprender autónomamente dirigiendo su aprendizaje según sus motivaciones.

En resumen, los intereses intensos hacen que los niños profundicen en el mundo y desarrollen el pensamiento crítico, les motiva a buscar información y desarrollar la pasión por el conocimiento.

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1 Response

  1. Milagro dice:

    Excellent!!

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