En cada aula se asignan diferentes tareas en función de las necesidades, pero las más habituales se repiten en todas las aulas. Yo sólo he querido asignar las más básicas, pocas pero claras, y lo que en realidad necesitamos. He diseñado unos cartelitos con cada una de las funciones y las he pegado a la puerta de la clase (por dentro). Después, he hecho unas tarjetitas con los nombres de todos los alumnos ¡y listo!. Unas tiras de velcro adhesivo, y sólo hay que ir cambiándolos cada semana.

– Encargados del calendario: los dos alumnos asignados son los encargados de, nada más llegar a clase, mientras nos vamos colocando, poner al día el calendario de aula (qué día de la semana es hoy, cuál fue ayer y cuál será mañana; día en cifras, mes y año; estación en la que nos encontramos; tiempo que hace; y coger de la bolsita el nombre de los compañeros que no han venido a clase, en caso de que haya alguno). Durante estas primeras semanas lo hemos estado haciendo en común, por lo que ya han cogido la dinámica. Cuando sean un poco más hábiles, también serán los encargados de poner la fecha en la pizarra de tiza (ahora todavía tardaríamos muchísimo).

– Encargados de libros: son los encargados más ocupados 🙂 Se encargan de repartir, al principio de cada sesión de clase, los libros de cada asignatura a todos los compañeros, ya que los tenemos todos juntos en las estanterías (en los pupitres no caben). Al terminar la sesión no suelen recogerlos, porque casi siempre los van colocando de uno en uno, a medida que acaban el trabajo y yo lo he corregido, pero alguna vez que no hemos terminado ¡también recogen! Es uno de los cargos más deseados. ¡Cómo les gusta pasearse! Y como repartir 25 libros tiene su miga, pues asigno tres encargados de libros.

– Encargados de material: son los dos encargados de repartir y recoger el material común, habitualmente las bandejas de colores, que las empleamos a diario, aunque puede ser cualquier otra cosa que necesitemos (folios, tijeras, pegamento, ceras, etc.).

– Encargados de fila: son los dos alumnos que ayudan a realizar la fila correctamente (pobrecitos, tienen una ardua tarea). Como recompensa, son los primeros de la fila a turnos (ese puesto tan deseado), ya que uno de los encargados se pone el primero de la fila y el otro se coloca el último. Se supone que supervisan la fila y ponen un poco de orden, pero lo ideal es que poco a poco la fila se haga correctamente de manera automática. También son los encargados de coger las dos bolsas grandes que bajamos al patio para que los alumnos coloquen sus fiambreras al terminar de merendar (y evitar que rueden y se pierdan en el patio). También, con estos encargados, nos olvidamos de las típicas disputas por ser el primero de la fila (¡un problema menos!).

– Secretario/a: es el alumno, por decirlo de alguna manera, ayudante del profesor. Aquel que realiza cualquier cosa que le pueda pedir y no tenga una función asignada (hacer un recado, bajar a hacer alguna fotocopia puntual, vigilar la clase y apuntar en la pizarra si el profesor sale en algún momento del aula…). Es otro de los cargos más deseados.

¿Qué es la asamblea?

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