Aprender a contar con los dedos es la base de la comprensión numérica en los primeros años de vida. Los dedos proporcionan una representación física y concreta de los números. Cada dedo puede ser un símbolo de un número, y al contar con ellos, los niños comienzan a internalizar conceptos matemáticos fundamentales, como la secuencia numérica y la cardinalidad.
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