Si eres padre, docente o alguien que trabaja y está en contacto frecuente con niños, seguramente sabrás lo frustrante y desafiante que puede llegar a ser el mal comportamiento de los pequeños. Pero, ¿qué significa que un niño se porte mal? ¿Y qué debemos hacer para remediarlo?
Cuando un niño se “comporta mal” significa que está haciendo algo que no nos agrada a nosotros, es decir, se trata de una valoración arbitraria. Quizá el niño presente un problema de conducta, o quizá el problema no sea él sino la situación que lo rodea.
Si lo que está afectando al niño es la situación en la que se encuentra, enfocarnos en que él cambie sólo logrará lastimarlo, mientras que nosotros nos sentiremos frustrados. Por otro lado, si el pequeño realmente presenta un mal hábito que necesita ser modificado, es importante implementar técnicas correctas para que esto suceda y ayudarlo a desarrollar comportamientos más adaptativos.
Causas que explican el mal comportamiento
- Necesidades básicas. La mayoría de niños son activos por naturaleza y no podemos esperar que disfruten de estar encerrados en casa mucho tiempo. Necesitan realizar ejercicio físico y estar en contacto con el medio ambiente. También, una comida muy atrasada o la alteración del ciclo del sueño pueden ser propiciadores perfectos de una rabieta.
- Causas médicas o farmacológicas. A veces, no es que el niño se esté portando mal, sino que está enfermo o no se encuentra bien y, al no poder comunicarlo con palabras, manifiesta malestar, distrés o irritabilidad debido a algún problema orgánico. También puede darse el caso de que se trate de una mala reacción farmacológica. Asegúrate siempre de consultar con el pediatra la medicación a administrar.
Cómo explicarle lo que se espera de él
¿Quién es el que tiene un “mal comportamiento”?

Modula la estimulación que recibe el niño
- Un ambiente demasiado cargado de estímulos (ruido, luces, actividad excesiva, etc.) puede sobrepasar la capacidad de los niños para afrontarlos, crear confusión y dar lugar a la manifestación de signos de sobreexcitación y ansiedad.
- Por otro lado, una estimulación muy baja puede generar aburrimiento. Actividades como hacer trámites con los padres o ir de compras pueden ser un gran fastidio para un niño. En estos casos, es normal que el pequeño reaccione de modos que podríamos calificar como “mal comportamiento”, ya que su umbral de paciencia y tolerancia a la inactividad no es el mismo que el nuestro.
- ¿Está el chico cansado, muy aburrido o tiene hambre?
- ¿Tendrá algún problema médico o le estará sentando mal la medicación?
- ¿Se le explicó y enseñó cómo debía comportarse en esta situación?
- ¿Estoy esperando el comportamiento que es adecuado para su edad y etapa de crecimiento?
- ¿Está sobreestimulado o, todo lo contrario, muy poco?
Técnicas de reforzamiento positivo
Recompensar los buenos comportamientos:
Ignorar los malos comportamientos:
Artículo revisado por:
Mª Ángeles Mairena. Psicóloga del Hospital Sant Joan de Déu.
GRACIAS POR LOS APORTES SUMINISTRADOS DIOS LES SIGA BENDICIENDO!!!
¡Muchas gracias! encontré justo lo que andaba buscando.