6 COSAS QUE TODO NIÑO DEBE ESCUCHAR ANTES DE DORMIR

Cada noche antes de irse a dormir nuestros hijos recargan sus emociones y dejan atrás los malos momentos del día. Es un momento muy especial en el que los niños se sienten queridos y protegidos en el calor de su cama. Ningún niño debería acostarse llorando o triste por esa razón os dejamos ……..

6 cosas que cada noche antes de ir a dormir todo niño debe escuchar de sus padres..

1. Eres muy especial
Hazlo saber que tu amor es incondicional, que lo quieres como es y que te preocupa su bienestar. Cuando tengas que corregirlo, aclárale que su conducta es la que debe cambiar, no él. Permítele participar en decisiones importantes y toma en cuenta sus opiniones. Sentir que forma parte de algo le brindará confianza.

2. Lo hiciste muy bien
Felicítalo cada vez que tenga un acierto, pero no sólo te enfoques en el resultado final, sino reconoce el esfuerzo. Si en un examen sacó nueve en vez de 10, no le digas que la próxima vez trabaje más para conseguirlo, mejor reitérale que te alegra mucho el esmero que puso en ello.

3. Cuentas conmigo
No basta decírselo, demuéstralo. Cuando quiera hablar contigo, míralo a los ojos para que tenga la certeza de que lo estás escuchando. Dedica un tiempo del día para darle toda tu atención.

4. ¡Tú puedes!
Motívalo a enfrentar nuevos desafíos. Correr pequeños riesgos le brinda oportunidades de alcanzar el éxito y desarrollar tolerancia a la frustración. En lugar de hacer las cosas por él, déjalo que experimente y busque soluciones. Si falla, ayúdalo a afrontar la desilusión. Busca el punto medio entre tu protección y su independencia.

5. Inténtalo hasta que lo logres
Es probable que cometa errores en el camino hacia nuevas metas. Por eso no lo alejes de las situaciones en las que puede fracasar sino, por el contrario, impúlsalo a que pruebe una y otra vez hasta que esté satisfecho con lo obtenido. Aprender de sus equivocaciones le sirve para confiar más en lo que puede hacer.

6. Estoy orgullosa de ti
Celebra sus éxitos y reconócelo en voz alta todos los días. Dile lo feliz que te hace que sea tu hijo y cuánto te gusta ser su mamá. Haz que disfrute cada logro personal, no sólo por tu reacción sino por satisfacción propia y aprendizaje.